Por qué y para qué quieren salvarnos del coronavirus

Roberto Flores Pintorflores@grupodutriz.comEn marzo los habitantes del mundo, incluidos los de nuestro país, recibimos un diagnóstico luego de un "Tac" que realizó la OMS al descubrir en una parte del cuerpo del mundo, una enfermedad preocupante al extremo, lo que la obligó a alertarnos de un virus que puede terminar con la vida de los seres humanos que componen este mundo.Se diagnosticó como un tumor considerado maligno y urgía de una serie de medidas estrictas, primero decretarlo como pandemia, y al enfermo -el mundo entero- ponerlo aislado en una cuarentena con apertura legal que permitiera prolongación a criterio de un gobernante justificándolo por su Ministerio de Salud. No estaba mal si se hacía con buenas intenciones.Este tumor-coronavirus canceroso había que atenderlo con medicinas caras -una de ellas medidas constitucionales, con el riesgo de que si se malinterpretan llevan a poderes absolutistas- y a su vez, proporcionarle al enfermo ese veneno necesario que se llama quimioterapia -medidas que atentan contra la economía, salud mental y alimenticia-, para intentar salvarlo o dependiendo de cómo lo tratemos, activar el riesgo de una metástasis a corto plazo, y con ello la muerte.Una situación difícil para cualquier mandatario -presidente del hospital local- y de veras, nadie quisiéramos en estos momentos estar en sus zapatos, más si no es médico; pero bueno, ser el presidente del hospital local tiene unos réditos increíbles, pero también responsabilidades que no se pueden enfrentar con ocurrencias egocentristas, pues se trata de vidas humanas.Obligados entonces a enfrentar una situación inédita que nunca habíamos vivido adultos, jóvenes y niños, se impusieron distintas medidas, quizás dictatoriales por la forma y no con la sensibilidad del médico que comprende al posible enfermo, y así se aceptó la más necesaria pero la más dolorosa: "Quedarse en casa". Dolorosa porque no había estrategias para las consecuencias que vendrían al no trabajar y sin fondos para curarse.Y la población en su mayoría hemos hecho caso, obedeciendo y pensando en la salud. Otros se han arriesgado por cubrir las necesidades hogareñas y de subsistencia, pues si no trabajan no comen. Otros no les importó contagiarse por la necesidad y el hambre de los suyos y salió por unos dólares que regalaban -dizque gratis- pero que más adelante los enfermos sobrevivientes deberemos de pagar. Y aparecieron los torpes, los de la "animalada salvadoreña", que evaden la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR