La Reina vs. la Ministra

Carlos Alfaro RivasColumnista de LA PRENSA GRÁFICAJadeando, y quizá con problemas estomacales, quedó la Ministra al darse cuenta de que había subestimado el apoyo de la afición a la Reina. La cachimbeada era de tal calibre, que la noche de su derrota (3/3/24), no tuvo de otra que guardar los cuetes, agradecer a su afición, felicitar a la Reina, bajar su cara de tantísima valla e irse a dormir.La Joya edilicia de la Corona se trasladó de San Sivar a La Libertad Este, nuevo distrito (con enorme potencial) que además de Antiguo, incluye Nuevo Cuscatlán (cuna del partido de la Ministra), San Chepe Villanueva, Zaragoza y Huizúcar.Volviendo a la competencia... no apta para cardíacos. Las calles se llenaron de nervios, color y folclor. Brilló por su ausencia el uniforme tricolor, del equipo de la Reina, sustituido por rosado Barbie, opacando al celeste Imperio de la Ministra (al menos en Antiguo). Tampoco volvió a sonar el himno del Mayor, sustituido por la canción de Queen del final de esta nota. Banderas, camisetas, cachuchas, chuchos disfrazados, elotes locos, minutas, mango twist, riguas... "cállate, cállate, cállate que me cago del hambre", la malcriada de la lorita Pepita.Lástima que todo este folclor y fervor no se vivió en otras competencias, mucho menos en la capital. Puesiesque la afición quedó desilusionada con el arbitraje de la competencia pasada.Cerca de las 5 de la tarde, la Ministra sentía que le daba soponcio. Se las olía desde que los antigüeños la sacaron correteada en una de sus visitas. También la regó pues no aceptó la invitación a debatir y, en La Libertad Este, la majada sí salió a apoyar a su Reina experimentada.En Antiguo, obras y no casaca: bien uniformaditos, los agentes del CAM llegaron a poner orden; bien uniformaditos los cipotes del Instituto Nacional llegan a aprender; calles pavimentadas; cementerio público ordenado; tren de aseo frecuente y como reloj suizo. Además, la Reina es buena onda, se gasta las suelas. Con 71 abriles...