'Los reos allí mueren a diario, no a la semana'

Claudia EspinozaA mí me arrestaron el 10 de mayo en mi casa, según los policías por agrupaciones ilícitas, extorsión y por tener antecedentes penales, lo cual fue desestimado por un juez en la audiencia un mes después. Pero antes de eso tuve que pasar por muchos abusos, mientras estuve en prisión de forma injustificada.Desde que iba en el microbús hacia las bartolinas comencé a sufrir esos abusos. A todos nos llevaban atados de las manos, llevaba los dedos morados y sentía que me iban a explotar. Pero eso era apenas el principio, porque el 13 de mayo empezó lo peor en el penal de Izalco, donde pasé los 30 días más horribles de mi vida.Iba en un grupo de unas 40 personas, todos hombres civiles pero con tatuajes artísticos. Eso no les importó a los custodios, porque siempre nos trataron como si fuéramos pandilleros.Tan pronto llegamos nos quitaron la ropa y nos pusieron a correr varias horas. Nos hacían correr con las manos en la nuca, viendo al suelo. Nos guiábamos solo con las voces de los custodios. De repente un muchacho que iba adelante de nosotros se fue para otro lado y como castigo le quebraron las costillas y todos empezamos a llorar. Lo dejaron tirado como por cuatro horas y después nos obligaron a estar parados sin movernos.Fue horrible la sensación que sentía en mis piernas y pies, pero no podía decir nada, ni hablar, ni ver a los custodios porque si no lo golpeaban a uno. Ese día estuvimos solo con bóxer, descalzos y no habíamos comido nada. Llegamos como a las 2:00 de la tarde y nos pasaron a las celdas hasta las 4:00 de la madrugada.Lo peor vino después. Luego de cansarnos y estarnos humillando, los custodios nos metieron en un barril con mucho hielo porque al parecer era su método de tortura para 'hacernos decir verdades'. Y ¿qué verdad iba a decir yo? Me preguntaron si sabía algo de 'los bichos', pero yo les dije que no sabía nada, que soy una persona trabajadora y que no sabía nada de ellos. Uno del grupo no sobrevivió.Había un señor que lloraba más que nosotros porque lo agarraron con su hijo y su esposa, y afuera dejó a dos niños que no tenían quién los cuidara. Él lloraba peor que nosotros, porque al hijo de él lo metieron en el barril de hielo y ahí se murió. Él lloraba peor que nosotros allí adentro y era lógico... ver a su hijo, que lo están matando, y no poder hacer nada. Al muchacho que le quebraron las costillas murió también a la par de nosotros, como a las ocho días. Jamás lo atendieron.Los reos allí mueren a...

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