Rescatar el patrimonio de la Biblioteca Nacional sin ayuda del Estado

Stanley LunaEs domingo y Rina Ramírez de Díaz está sentada a metros de la entrada a la Biblioteca Nacional. Más adelante están dos de sus colegas. Ellas son las tres voluntarias que ayer continuaron con el secado de los ejemplares de periódicos que se mojaron la semana pasada con las lluvias que inundaron la hemeroteca, el lugar estatal que resguarda ejemplares de noticias impresas desde 1847."Este papel tiene ácido y también tiene ácido el papel bond. Eso es dañino, pero si no tenemos, eso es lo que hay que hacer para lograr que no se llene de hongos", explica. En algunas páginas ya comienzan a verse los hongos, que amenazan con deteriorarlas.La carencia para reparar estos archivos sigue. Al fondo, otra de sus compañeras, Delsa Torres de Delgado, divide su mañana entre secar periódicos y secar las hojas de papel bond que se van desocupando para reutilizarlas. No tienen para más."El trabajo es tanto, los recursos son pocos, no da para mucho", cuenta mientras intenta reparar una edición del 15 de diciembre de 1982.La Biblioteca Nacional funciona en lo que alguna vez fue el Banco Hipotecario. El edificio data de 1962, por lo tanto, dice Delsa, no fue pensado para una biblioteca estatal, que sobrevive, entre otras carencias, sin aire acondicionado que resguarde los libros que ahí están disponibles.Manlio Argueta, el director de la Biblioteca Nacional, apareció ayer durante la mañana en aquel edificio. Él ha...

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