'Robaron gran parte de mi vida, nos hicieron mucho daño'

Por Italo HernándezEl pasado 16 de enero, se cumplieron dos años de la desaparición y posterior asesinato de cuatro familiares y un amigo del entrenador de fútbol Omar Pimentel.Esa noche del 16 de enero de 2018, tras un partido de Copa, entre el Sonsonate y el SID Municipal, de la tercera división, en el estadio Ana Mercedes Campos, Pimentel se despidió de su esposa Rosa Ivett de Pimentel, de 41 años, y de su hijo Marco Antonio Pimentel Colindres, de 12 años, sin saber que sería la última vez que los vería con vida porque fueron privados de libertad y posteriormente asesinados.También fue la despedida de Silvia Lasteni de Colindres, su suegra, de 61 años; Carlos Ernesto Joaquín Colindres, cuñado, de 36 años y Tania Monterrosa, de 25 años, novia de Carlos.Las víctimas se conducían en un vehículo de retorno a Chalchuapa, Santa Ana, y desaparecieron en el cantón El Canelo, de Nahuizalco, en la zona de Los Naranjos. Sus cuerpos fueron encontrados en una fosa en la finca Los Reyes, del cantón Los Arenales, Nahuizalco, 23 días después .Un testigo criteriado dio detalles a las autoridades sobre el quíntuple homicidio; Pimentel quedó satisfecho con la sentencia porque determinaron que el ataque fue producto de un intento de asalto, pero dice que no perdona a los agresores de sus familiares.El 13 de julio de 2020, la Fiscalía General de la República (FGR) notificó que los implicados en la masacre fueron condenados a más de 260 años de cárcel. Ronald Isaías Aguilar fue sentenciado a 265 años de prisión, 250 por los cinco homicidios y 15 por organizaciones terroristas; Víctor Manuel Arias y Leónidas Abel Cardona, a 262 años de prisión cada uno, 250 años por los cinco homicidios y 12 años por organizaciones terroristas.Fueron dos años duros. Teníamos muchos años de convivencia. Han pasado fechas especiales, como Navidad, fin de año y viene a mi mente el recuerdo de lo vivido juntos. Ya no se viven igual las fiestas sin ellos, pido a Dios fortaleza para salir adelante y pensando siempre en ellos.En julio (2020) fue la audiencia, me convocaron y me declaré como ofendido, se determinó que fue algo al azar, fue un robo, la idea era robar el vehículo, introducirlos en una finca y luego liberarlos.Todo se complicó a la hora que el jefe de ellos (pandilleros) cambió de parecer, dijo que no podían quedar vivos porque ya los habían reconocido (rostros), por eso tomaron la decisión de asesinarlos.Me afectó leer una documentación donde el testigo reveló los...

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