¿Cómo salimos del hoyo?

Rafael Castellanos

Nuestra situación se ha venido deteriorando en forma sostenida en casi todos los órdenes por casi una década, sube la pobreza, se deteriora la economía no genera los 50 o 60 mil que se deberían incorporar a la fuerza laboral anualmente, la burocracia de gobierno e instituciones que tienen que ver con permisos son tan lentas o no dan los permisos muchas veces sin razón válida, sino piden coima. Esto hace al país ineficiente, poco competitivo y consecuentemente poco atractivo para invertir. El permanente discurso antiempresarial del FMLN es obstáculo importante para atraer inversión extranjera o estimular la local. La línea diplomática del Gobierno es dispararnos en el pie, alineándose con Venezuela, exaltando a Maduro como un gran líder; mientras esperamos de EUA ayuda monetaria y logística para combatir la violencia, el narcotráfico, la inmigración en el Triángulo Norte, queremos que permanezca el TPS y no tengan que regresar más de 150 mil salvadoreños, que no se termine el programa DACA, en el cual hay varias decenas de miles de salvadoreños que serían afectados. Esa no es la política exterior que el país necesita, sin embargo, el Ejecutivo escoge esa política, equivocada en mi opinión, lo cual nos causa mucho daño.

El CNSCC es una buena iniciativa y sus programas empiezan a producir los resultados deseados en los municipios priorizados, en los que se pasó de la fase de represión a la etapa de prevención con el involucramiento de alcaldías, escuelas, asociaciones cívicas, vecinos y la Policía Comunitaria, abriendo espacios seguros para que los niños jueguen, para que no sean asesinados porque cruzan una calle. Eso muestra que es el camino a seguir y la solución a la violencia -como fue en Medellín, Los Ángeles y otras ciudades-, pero los resultados son lentos. Hay un recrudecimiento notable de asesinatos de policías...