Siete de cada diez víctimas de homicidios fueron civiles

David Bernal / Edwin SeguraEntre el 1 de enero y el 30 de noviembre de este año la Mesa Técnica Interinstitucional para la Conciliación de Cifras de Víctimas de Homicidios y Feminicidios contabilizó 1,074 asesinatos, en los cuales el 75 % de las víctimas fueron civiles, es decir, salvadoreños que no pertenecían a ningún tipo de grupo criminal.Los datos son oficiales porque la Mesa Interinstitucional, conformada por la Fiscalía General de la República (FGR), la Policía Nacional Civil (PNC) y el Instituto de Medicina Legal (IML), ya los homologó y avaló, y permiten constatar que de cada diez homicidios, siete fueron cometidos contra ciudadanos comunes, que aparentemente no tenían ningún antecedente delictivo.En el mes de noviembre, cuando hubo un repunte de los asesinatos, 91 de las 124 víctimas que se reportaron fueron civiles, mientras que 18 pertenecían a la pandilla Barrio 18 (entre Revolucionarios y Sureños) y 15 pertenecían a la Mara Salvatrucha (MS-13).La cifra cobra relevancia si se toma en cuenta que el alza súbita, según analistas en seguridad pública, se debía a la presión que ejercían las pandillas contra el gobierno para sostener una supuesta negociación entre ambas partes. Desde el lado oficial, las autoridades dijeron que muchos de los asesinatos se debían a "riñas internas de las maras", lo cual ahora, a la luz de los números, parece falso."Algo pasó y por eso se está dando este brote. Si nos fijamos los asesinatos están ocurriendo en comunidades y colonias en donde ya se ha conocido que las pandillas interactúan fuertemente. Lo que podría estar pasando es que estos grupos (estructuras criminales) se sienten engañados y empiezan a buscar hacer daño", analizó en noviembre Ignacio García, de la Federación Internacional de Derechos Humanos y Justicia.La respuesta gubernamental fue reforzar la seguridad con más militares y policías en las calles. Los números bajaron, pero analistas como Verónica Reyna, del Servicio Social Pasionista, consideran que esta disminución no puede calificarse como un logro del Estado, sino que confirma un pacto con las pandillas."La mejora en seguridad que tenemos depende casi en su totalidad...