TERTULIA VESPERTINA CON LOS HORIZONTES MÁS CONFIABLES

HistoriasEra un hombre mayor, tan mayor que todos tendían a llamarlo abuelo. Él aceptaba tan condición con un gesto sonriente, que podía no ser del todo sincero, porque en sus sueños nocturnos lo que prevalecía era la ilusión de ser joven, sobre todo en relación con Emilia, que fue su esposa de siempre y que ya estaba en otra dimensión. Por eso cuando una dama de media edad se le acercó, él la recibió con júbilo:--¡Emilia, estás aquí de nuevo, como siempre! Y hoy me toca a mí.Aquella mañana todo le resultaba propicio para emprender su anhelo más ansiado. Reunió a su familia más cercana, y les comunicó sin reticencias:--Emprendo vuelo, y lo hago hasta alcanzar todas mis metas.La reacción de acompañamiento emocional fue unánime.--¡Gracias, gracias, gracias! Voy a partir ahora mismo, para que la magia del instante no vaya a ser contaminada por ninguna ansiedad repentina.Y en ese mismo segundo todo se esfumó, salvo aquel par de secretas alas.Se conocieron en una de las fiestas estruendosas que hoy se estilan, y desde el primer momento se vieron hasta la profundidad de los ojos sin que el ruido envolvente les desviara la impresión. Aquella mirada iba a acompañarlos como un hada madrina de puntualidad impecable. Tenían larga vida por vivir, y tal pensamiento fue el último en el viaje aéreo de retorno luego de su luna de miel en las islas del Caribe, antes de que la nave se perdiera en el aire.Las estaciones hoy intercambian mensajes con la espontaneidad de los espíritus libres. Quizás esto ha sido así siempre, y lo que está cambiando es la forma de comunicarse entre sí por las fuerzas del aire. Hoy, para el caso, tenemos verano lluvioso y no hace mucho tuvimos invierno transparente. Esto no es casual: alguna señal va escondida entre líneas. Y descifrarla es tarea de espontánea iluminación, porque el tiempo y el aire son nuestros principales aliados en el oficio de sobrevivir.Estaba ahí desde que se trasladaron a esa zona, después de la guerra. Entonces, el árbol era adolescente, y ahora, luego de pasar por la adultez, estaba ya en la senectud. Los vecinos habían ido cambiando. El árbol seguía en su sitio, y un día de tantos los nuevos habitantes decidieron derribarlo. Ellos, cuando lo supieron, buscaron oponerse. Fueron donde lasautoridades: "Señores, este árbol es nuestro guardián. Protéjanlo, por favor. Si no, arderá Troya. Somos revolucionarios de los de antes".Se trata de un lugar privilegiado que es más que un hotel: un bosque habitable...

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