Ucrania, los anillos de la serpiente

David HernándezEscritor, PhD en Filosofía LatinoamericanaCon tristeza leo las noticias internacionales sobre la ocupación de Ucrania por el ejército ruso para forzar la creación de un gobierno prorruso que se desmarque de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y de Occidente.Viví en la antigua Unión Soviética siete años. Estudié el idioma ruso en Moscú y otras ciudades como Rostov del Don por un año. Luego estudié en la Academia de Ciencias Agronómicas de Kiev, 5 años, y me gradué de "científico agrónomo especialista en sanidad vegetal, fitotecnia". Laboré un año como agrónomo principal en un koljoz (granja colectiva) en Mitnitza, jurisdicción de Vasilkov, una ciudad a 80 kilómetros de Chernóbil, la central nuclear que dos años después de mi estancia allí explotó.La población de Ucrania estaba y está rusificada. Un ejemplo: mi entonces esposa era hija de padre ruso y madre ucraniana, ella era rusa; en casa donde vivíamos los 4, se hablaba ruso. Esto era y sigue siendo común en las ciudades ucranianas.Con la creación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), en 1922, Lenín y los bolcheviques fundaron la República de Ucrania y le adjudicaron la parte rusa actualmente en disputa, la rica cuenca minera del Donbass (el Bajo Don), donde se ubican las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk. En 1939, producto del pacto Hitler-Stalin, se repartieron Polonia, y la parte polaca que ocupó la URSS, actualmente Ucrania Occidental, fue anexionada a Ucrania. En 1954 Nikita Jruschov cedió la Península de Crimea, que era provincia rusa, a Ucrania. En 1991 se declaró la independencia de Ucrania a raíz de la implosión de la URSS. Ucrania, la tercera potencia atómica mundial, entregó su...

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