Cine: La vida de los otros
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ISSN: 2225-5648, Año 5, Vol. 2, p. 513-538
JULIO - DICIEMBRE 2015 • REVISTA POLICÍA Y SEGURIDAD PÚBLICA
CINE
TÍTULO ORIGINAL:
“Das Leben der Anderen”;
AÑO: 2006; DURACIÓN:
137 minutos;
PAÍS: Alemania; DIRECCIÓN
Y GUIÓN: Florian Henckel von
Donnersmarck;
PRODUCCIÓN EJECUTIVA:
Quirin Berg, Max Wiedemann;
DIRECTOR DE FOTOGRAFÍA:
Hagen Bogdanski; MÚSICA
ORIGINAL: Gabriel Yared,
Stéphane Moucha;
GÉNERO: Drama.
La vida de los otros
La inteligencia es una disciplina científica que genera un conocimiento
anticipado para orientar la toma de decisiones de los operadores políticos
en general, así como las acciones de todos aquellos actores que intervienen
en la confección de respuestas. Esta disciplina no puede ni debe reducirse
al recurso de espionaje, que constituye una práctica histórica y clásica
con la cual se ha movilizado la búsqueda de información; situación que ha
permitido qué cursos de acción tomar en un momento dado. Esto último
como resultado del conocimiento aproximado que se ha obtenido acerca
de los adversarios y su contraposición con las posibilidades propias.
La inteligencia se ha desarrollado en distintos campos, dimensiones y
ámbitos. Uno de ellos, quizá el más conocido, ha sido el de la política.
Por las razones que fuesen, lo cierto es que los Estados y gobiernos han
comprometido recursos humanos para estas tareas, generando en el
proceso prácticas envolventes y amplias que han permitido la vigilancia
y radiografía, por ejemplo, de los opositores al régimen. La categoría es
sumamente diversa en su contenido cualitativo, pues encierra un grado de
disidencia que concierne al nivel de tensión que algunos actores tengan
contra el estado de cosas imperante y la voluntad para cambiarlo. De allí
que la “Inteligencia Política” a secas deviene en todo un andamiaje de
observación, registro y seguimiento de los opositores en una sociedad
determinada. Estos pueden ser visibles y emplear los canales previstos
por el régimen, o pueden ser menos visibles en sus distintas alternativas.
Es decir, resisten el poder del Estado o son defenestrados y ubicados
como potenciales enemigos del orden establecido. Esto es, por supuesto,
un hecho subjetivo que se robustece en la medida que la dinámica de
estímulos y respuestas de quienes se enfrentan se conduce por causes de
alta conflictividad social o enfrentamiento político. Y más importante aún,
se origina por el convencimiento real o perceptivo de las élites del poder,
de que su autoridad está amenazada o podría estarlo.
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